Respetando la tradición, el 31 de diciembre de 2013, el Rector Mayor ha
presentado oficialmente el Aguinaldo 2014, en visita a la Casa General
de las Hijas de María Auxiliadora. La tradición, iniciada en 1849 por el
mismo Don Bosco, continúa con un tema dedicado a ir a la fuente del
carisma, acudiendo a su espiritualidad; tercer tema del camino trienal
de preparación para la celebración del bicentenario de su nacimiento
(1815-2015).
Desde el principio, el Rector Mayor invita a los miembros de la Familia
Salesiana, "a acudir a las fuentes de la espiritualidad de Don Bosco, o
sea, a su caridad educativa y pastoral.
Tiene su propio modelo en
Cristo, Buen Pastor; ella encuentra su oración y su programa de vida en
el lema de Don Bosco Da mihi animas, cetera tolle. Siguiendo este camino
de profundización, podremos descubrir un "Don Bosco místico", cuya
experiencia espiritual está a la base de nuestro modo de vivir hoy la
espiritualidad salesiana, en la diversidad de las vocaciones que
inspiró; y podremos nosotros mismos hacer una fuerte experiencia
espiritual salesiana... En el centro de todo, como fuente de fecundidad
de su acción y de su actualidad, existe algo que a menudo escapa a
también a nosotros, sus hijos e hijas: la profunda vida interior, lo que
podríamos llamar su "familiaridad" con Dios.
Quién sabe que no sea
precisamente esto lo mejor que de él tenemos para poderlo amar, invocar,
imitar, seguir, con el fin de encontrar al Señor Jesús y hacerlo
encontrar a los jóvenes".
El primer contenido
desarrollado en el Aguinaldo se relaciona con los elementos de la
espiritualidad de Don Bosco que describen la experiencia espiritual: el
punto de partida es la gloria de Dios y la salvación de las almas;
raíces profundas de su vida interior y de su actividad apostólica es la
unión con Dios; las herramientas que realizan la misión religiosa y
apostólica salesiana, traducen valores invisibles en obras visibles;
punto de llegada la santidad para todos, cada uno según su estado de
vida.
El segundo contenido tratado por el Rector Mayor se refiere
a la caridad pastoral como centro y síntesis de la espiritualidad
salesiana. Con su dedicación a los jóvenes, Don Bosco quiso comunicar su
experiencia de Dios. La caridad es propuesta principal para cada
espiritualidad, forma y sustancia de todas las virtudes y de lo que
constituye y construye la persona. Para nosotros, tal caridad se
especifica como caridad pastoral, que contemplando a Jesús Buen Pastor
nos empuja a vivir el Da mihi animas cetera tolle.
El tercer
contenido muestra cómo la espiritualidad salesiana - a pesar de tener
elementos comunes y válidos para todas las vocaciones que en ella se
inspiran y bien enmarcados en la "Carta de Identidad de la Familia
Salesiana" -- sin embargo es vivida con diferencias peculiares de
acuerdo a la naturaleza específica de cada Grupo de la Familia Salesiana
y según el estado de vida de todos: vida consagrada, ministerio
presbiteral, fieles laicos, familia y jóvenes.
La Espiritualidad
Juvenil Salesiana considera lo cotidiano como un lugar de encuentro con
Dios y porque está radicada en el anuncio y en la experiencia del Señor
Resucitado, es alegre y optimista. Ella educa a la amistad y a la
relación personal con el Señor Jesús, en la comunión eclesial y con la
ayuda de María, madurando con elecciones vocacionales y en servicio
responsable.
Los grupos de la Familia Salesiana involucran a
muchos laicos en su misión y están llamados a vivir una espiritualidad
laical salesiana.
En la conciencia, entonces, que no se puede
tener Pastoral Juvenil sin Pastoral Familiar, estamos comprometidos para
desarrollar una espiritualidad familiar salesiana.
Finalmente,
el Rector Mayor ofrece algunos compromisos concretos para la Familia
Salesiana: profundizar la experiencia espiritual de Don Bosco; vivir la
caridad pastoral; proponer y comunicar la espiritualidad salesiana según
la diversidad de las vocaciones; leer algunos textos de Don Bosco
vistos como fuentes de la espiritualidad salesiana.
El comentario
al Aguinaldo termina con el poema titulado "los Santos", compuesto por
don Pasquale Liberatore, durante años Postulador para las Causas de los
Santos de la Familia Salesiana. Se trata de un pequeño y personal
"credo", que recoge todo lo que es la espiritualidad salesiana, que se
puede ver materializada en su autenticidad y validez de los ricos y
diversos frutos de santidad de la Familia Salesiana, empezando por el
fundador y padre Don Bosco. «Mi primera carta como Rector Mayor se
tituló "¡Salesianos, sed santos!", una carta que consideraba
programática para mi Rectorado. Y estoy feliz de que mi último escrito
como Sucesor de Don Bosco sea una invitación sincera a beber de su
espiritualidad. Aquí se encuentra todo lo que yo quisiera vivir y
proponer a todos ustedes, queridos miembros de la Familia Salesiana y
jóvenes».